LA ARQUIDIÓCESIS DE PARANÁ - BREVE RESEÑA HISTÓRICA
Paraná es actualmente la Sede metropolitana de la Provincia eclesiástica de Entre Ríos que comprende, en el territorio de la provincia homónima, a las diócesis de Gualeguaychú y Concordia como sufragáneas. La iglesia de Paraná comenzó su historia en 1730 como parroquia dependiente del Obispado de Buenos Aires, y mantuvo tal condición hasta 1854, cuando fue erigida como Vicariato apostólico[1] bajo la presidencia del General Justo José de Urquiza quien, tras el pronunciamiento de 1851 y ante el aislamiento que trajo como consecuencia, promovió la autonomía eclesiástica de Entre Ríos, gestionando ante la Santa Sede la creación de una diócesis que agrupara las provincias del litoral. La creación del Vicariato apostólico desmembró de la jurisdicción ordinaria de la diócesis de Buenos Aires – o de la Santísima Trinidad - a las provincias de ENTRE RÍOS, SANTA FE y CORRIENTES[2].
El 13 de junio de 1859 el Papa Pío IX creó finalmente el solicitado Obispado paranaense con las tres provincias antedichas, confirmando las disposiciones vigentes desde la constitución del Vicariato, designando como sede episcopal a Paraná, Capital, por aquel entonces, de la Confederación Argentina; como primer obispo a Mons. Fray Luis José Gabriel Segura y Cubas, y aceptando el ofrecimiento del Gobierno confederado, de edificar un nuevo templo que respondiera mejor al honor y dignidad de Catedral, y que es el actual. Paraná se convirtió así en la quinta diócesis del territorio argentino, después de Córdoba (1570), Buenos Aires (1620), Salta (1806) y San Juan de Cuyo (1834). Fue creada como sufragánea de la Arquidiócesis de La Plata o Charcas (actual Sucre), tal como lo era también por aquel entonces Buenos Aires[3], hasta 1865 en que ésta fue elevada a Arquidiócesis, y Paraná pasó a ser su sufragánea hasta 1934.
En 1897 Santa Fe fue separada de la diócesis paranaense como obispado autónomo, y en 1910 lo fue la provincia de Corrientes. Santa Fe fue sufragánea de Buenos Aires desde su creación, hasta 1934 en que fue elevada a Arquidiócesis. Corrientes por su parte, fue también sufragánea de Buenos Aires desde que fue creada y hasta 1934 en que pasó a ser sufragánea de Paraná, de la cual se desvinculó en 1961 cuando fue elevada a Arquidiócesis.
El obispado paranaense, setenta y cinco años después de su creación, fue elevado a Arquidiócesis el 20 de abril de 1934, año particularmente importante para la historia eclesiástica argentina[4], en el que mediante las letras apostólicas “Nobilis Argentinae Nationis”, el Papa Pío XI creó 10 nuevas diócesis: Jujuy, La Rioja, Mendoza, San Luis, Río Cuarto, Rosario, Mercedes, Azul, Bahía Blanca y Viedma; y 6 nuevas Arquidiócesis (Provincias eclesiásticas), a saber: Córdoba, La Plata, Paraná, Salta, Santa Fe, y San Juan de Cuyo, todas las cuales, junto a los obispados de Catamarca, Corrientes, Santiago del Estero, y Tucumán, fueron desvinculados de la jurisdicción de la Arquidiócesis de Buenos Aires. A la Provincia eclesiástica paranaense se asignaron como sufragáneas las diócesis de Corrientes y Santiago del Estero y los territorios de las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero. Como primer Arzobispo fue nombrado Mons. Dr. Zenobio Lorenzo Guilland, Rector del seminario diocesano de La Plata, quien fue consagrado obispo en la iglesia de dicho seminario el 3 de marzo y asumió el gobierno de la Arquidiócesis el 23 de marzo de 1935.
En 1957 con la creación de la diócesis de Gualeguaychú, y en 1961 con la creación de la diócesis de Concordia, la provincia eclesiástica de Entre Ríos adquirió su configuración actual.
[1] El Vicariato apostólico, creado el 18 de marzo de 1854, fue efectivizado mediante decreto ejecutorio del Delegado Apostólico ante el Gobierno de la Confederación, Mons. Mariano Marini, el 4 de agosto de 1858, e instalado solemnemente ante la presencia del Gral. Urquiza, el 15 de agosto del mismo año en la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
[2] Importa tener presente que esta conformación no debe entenderse según la división territorial actual, ya que la Provincia de Corrientes por aquel entonces comprendía también el territorio de la actual Provincia de Misiones, que recién en 1881 pasó a ser “Territorio nacional” autónomo. El Vicariato, por lo tanto, y la diócesis paranaense, comprendían territorialmente toda la Mesopotamia argentina, ya que el Territorio nacional de Misiones quedó bajo la órbita eclesiástica de Paraná. Al crearse la Diócesis de Corrientes en 1910, Misiones pasó bajo su jurisdicción hasta 1957 en que fue creada la Diócesis de Posadas. Hasta el año 1897 en que fue creada la diócesis santafecina, los territorios de las actuales provincias de Chaco y Formosa (creadas provincias en 1951 y 1955 respectivamente) también formaron parte de la diócesis paranaense.
[3] La dependencia de Charcas le fue dada en 1858 al ser creada como Vicariato apostólico. Buenos Aires era también sufragánea de Charcas, hasta 1865 en que fue creada la Arquidiócesis de Buenos Aires.
[4] Fue el año del recordado XXXII Congreso Eucarístico Internacional, llevado a cabo entre el 10 y el 14 de octubre en Buenos Aires, y presidido por el Legado Pontificio, Cardenal Eugenio Pacelli, futuro Papa Pío XII.